lunes, 25 de febrero de 2019

La comida de la Frikiplaza: una asquerosa moneda al aire.

Bien, para empezar quiero decir que no voy a empezar a criticar a todos los locales de la frikiplaza que todos conocemos, sí, esa que está cerca de Bellas Artes.

Fui hace unos días  con mi pareja a la Frikiplaza, teníamos ganas de probar otra vez una comida que hace tiempo nos había gustado mucho en el local Bombo Sushi. Para nuestra sorpresa cambiaron a las personas que servían ahí la comida, cosa que no se nos hace muy rara, no dudo que sea un trabajo difícil y mal pagado.

Llegamos y nos recibieron de una manera un tanto ruda, preguntamos por cortesía si podíamos tomar el menú y nos respondieron de una forma que no pareció de broma. De cualquier modo tomé el menú y ahí estaba el platillo: Un Gohan de Reyes. Que en mis pocos conocimientos de cocina puedo decir sencillamente que es una cama de arroz con crema philadelphia con takoyakis (bolitas de masa con pulpo dentro) y camarones encima bañada en una salsa dulce.Para beber, cómo no, un té helado.

Tardaron de 15 a 25 minutos en darnos la comida, y ya no la sirvieron desde el local, si no que ahora lo hacen en otro y la venden donde lo pedimos. Todo bien, servicio rápido y que te da tiempo de curiosear en los demás locales. Debí haber pagado 129 pesos, pero me cobraron 164. En el momento no me di cuenta pero ya era muy tarde para hacer reclamos. Error mío.


Como podrán notar en las siguientes fotos, sentimos que al masticar los takoyakis era mucha masa y poco pulpo, cosa que fue muy distinta la primera vez que fuimos. Donde parecía que había masa en nuestro pulpo. Y no nos hubiéramos sentido molestos de no ser porque tanto la masa como la carne estaban crudas. La masa estaba completamente chiclosa y el pulpo aún se sentía recién sacado del refrigerador.

 Yéndonos un poco de lado, el té negro que creo es Nestéa, estaba muy rebajado. A tal punto de que pensabas que simplemente estabas bebiendo un agua café con un ligero toque de limón, nada frío ni sabroso.
 Comenzamos mejor a abrir las bolitas y a tomarles foto, sacando el pulpo de ellas para comparar la asquerosa cantidad de masa cruda con la misera cantidad de carne. Todas estaban así.

"Bueno, el camarón debe estar mucho mejor" pensé tontamente. Al morderlo pareció que tenía un trozo de cecina frío y mal cocinado, costaba mucho trabajo siquiera partirlo con el tenedor y cuando lo ponías en tu boca pasaba lo mismo que con el pulpo: sabía a refrigerador y estaba crudo, es más, en algunas partes seguía gris.

 Finalmente y con mucho dolor, preferimos sólo acabarnos el arroz y tirar todo lo demás, nunca me había sentido tan estafado. Sólo sabía que si me llegaba a sentir lleno era por la cantidad asombrosa de harina que comí junto a mi novia.
Había probado cosas chidas en ese local, pero poco a poco la calidad fue bajando hasta llegar a este punto. Realmente no lo recomendaría.
Cuando vas a la frikiplaza y lo que comes sabe a culo.